Uber: los conductores no son fundamentales para nuestro negocio; ¿es tonto este argumento?

Durante mucho tiempo ha sido el fundamento de su posición. Pero es desde septiembre cuando se ha hecho más notorio. Y, por lo visto, para algunos, más irritante. Se trata del argumento de Uber: no tenemos taxistas. Los conductores no son fundamentales para nuestro negocio.

¿Qué hay detrás de este argumento aparentemente inverosímil?

Uber es una multinacional que ofrece servicios que incluyen entrega de alimentos y alquiler de bicicletas. Pero sobre todo, servicio de transporte.

De hecho, probablemente usted asocia el nombre con servicios de taxis. Y no es solo una percepción. La compañía nació en 2009 como «UberCab» («Cab» de taxi) con la idea de reducir el costo del transporte directo, pero además la mayor parte de sus ingresos provienen de los viajes. Y en Estados Unidos tiene una cuota del mercado de transporte de pasajeros del 69%.

Entonces, ¿por qué Uber dice que los conductores no son fundamentales para su negocio?

Porque ese argumento, aparentemente absurdo y para muchos desconcertante, luce como su mejor vía para la supervivencia. Así de dramático es el asunto.

El modelo de negocio de Uber clasifica a los conductores como contratistas independientes. Uber no se considera a sí misma una empresa de transporte. Sino una empresa de tecnología que conecta a los conductores con sus clientes. De esta manera, los conductores no serían sus empleados, como no lo son las personas que viajan.

Sin embargo, grupos de trabajadores, políticos y funcionarios gubernamentales han venido presionando para que Uber reclasifique a los conductores como empleados. En septiembre, el Estado de California aprobó una ley en este sentido, la cual Uber y otras compañías (Lyft, DoorDash, Postmates) han estado resistiendo.

Estos esfuerzos constituyen la amenaza más seria para el futuro de Uber. Si es obligada a reclasificar a los conductores como trabajadores sus costos operativos subirían enormemente. Y su plantilla de trabajadores, que hoy asciende a más de 22.000, subiría en decenas de miles, con todo lo que eso significa.

La posición de Uber es un movimiento estratégico audaz. Todo parece indicar que su argumento está condenado a fracasar en los tribunales.

Pero pareciera ser su mejor opción.

Al sostener la posición legal de que los conductores no son parte normal de su negocio, evita lidiar con este problema ahora y por lo menos durante los próximos dos años.

Este respiro de dos años es importante para Uber en estos momentos que enfrenta diversos problemas (caída en la bolsa, despidos de trabajadores, intentos de ser rentable, etc).

La estrategia no deja de tener riesgos. Entre otros, el argumento, odioso para muchos, podría alienar aún más a los adversarios de Uber (líderes laborales, políticos, reguladores) e incluso poner en contra al público en general. Pero Uber nunca la ha tenido fácil. Parece que su destino es jugar duro. Antes, con su fundador y CEO Travis Kalanich y su estrategia de «disparar primero y preguntar después» y ahora con su nuevo jefe, el más cauteloso Dara Khosrowshahi. 

En resumen, la cuestión de la clasificación de los conductores como contratistas independientes o empleados no es algo menor. Es un asunto existencial para Uber. Y su posición es una estrategia legal para ganar tiempo.

Tal vez justo el tiempo que necesita para sobrevivir.

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