Estado actual del venture capital en la industria de la carne cultivada
La promesa de la carne cultivada en laboratorio como una solución sostenible y ética para el suministro de alimentos ha capturado la atención de inversionistas y científicos por más de una década. Sin embargo, a pesar de las inversiones significativas, que supera los 1.600 millones de dólares de capital de riesgo, la industria enfrenta retos considerables que amenazan su viabilidad y crecimiento a corto plazo.
Un Inicio Prometedor pero Costoso
En 2013, Mosa Meat introdujo la primera hamburguesa cultivada en laboratorio, con un costo astronómico de 300,000 dólares. Este evento marcó un hito en la biotecnología alimentaria y encendió la esperanza de una revolución en la producción de carne. Desde entonces, aproximadamente 200 startups alrededor del mundo han trabajado intensamente para comercializar carne cultivada a partir de células animales, prometiendo una alternativa a la carne tradicional sin necesidad de sacrificar animales.
La Realidad del Mercado
A pesar del optimismo inicial, el camino hacia la comercialización masiva de carne cultivada ha sido arduo y lleno de obstáculos. En 2024, la producción de carne cultivada sigue siendo una fracción minúscula comparada con la carne tradicional, que alcanza los 45,000 millones de kilos anuales. La carne cultivada aún está lejos de alcanzar siquiera el 1% del mercado, una meta que la carne de origen vegetal ya ha logrado en volumen.
Paul Shapiro, CEO de Better Meat, ha expresado que la expectativa de ver carne cultivada en supermercados o en menús de comida rápida en esta década es «poco realista». Aun si la tecnología estuviera lista, la construcción de las instalaciones necesarias llevaría años y, actualmente, la falta de financiamiento ha obligado a muchas empresas a reducir operaciones o cerrar completamente.
Desafíos Financieros
El financiamiento de capital de riesgo, que alcanzó más de 1,600 millones de dólares en 2021 y 2022, ha disminuido drásticamente. En 2024, Crunchbase reportó apenas 20 millones de dólares en fondos recaudados hasta junio. Este declive ha sido devastador para muchas startups, incluyendo New Age Eats, Upside Foods, y Aleph Farms, que han tenido que despedir personal y abandonar proyectos de expansión.
Los inversionistas de capital de riesgo, afectados por una economía global incierta, están optando por proyectos que prometen rentabilidad a corto plazo, dejando de lado tecnologías con altos costos iniciales y retornos inciertos. Esta situación ha dejado a la industria de la carne cultivada en una posición precaria.
Problemas Técnicos y de Ingeniería
Más allá de los problemas financieros, la industria enfrenta desafíos técnicos significativos. La producción a gran escala de carne cultivada aún es un reto no resuelto. Las empresas deben mejorar la densidad celular en biorreactores y reducir los costos del medio de crecimiento celular, que sigue siendo prohibitivamente caro.
Según un estudio de la Universidad Estatal de Oklahoma, producir un kilogramo de carne cultivada cuesta alrededor de 63 dólares, comparado con 6.17 dólares por kilogramo de carne de res. Empresas como Wildtype están trabajando en optimizar estos procesos, pero aún están lejos de igualar los costos de producción de la carne tradicional.
Regulaciones y Percepción Pública
La aprobación regulatoria sigue siendo un obstáculo. Solo un puñado de empresas, como Eat Just y Upside Foods, han logrado la autorización para vender sus productos. Este proceso de aprobación es lento y riguroso, reflejando las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria.
Además, la percepción pública de la carne cultivada sigue siendo un desafío. Términos como «carne de laboratorio» y «comida Frankenstein» dificultan la aceptación del consumidor. La industria debe trabajar en educar al público y cambiar estas percepciones negativas para ganar tracción en el mercado.
Futuro de la Industria
A pesar de los desafíos, los líderes de la industria siguen siendo optimistas. Creen que con el tiempo y la inversión adecuada, la carne cultivada puede convertirse en una alternativa viable y sostenible. Iniciativas como las financiaciones gubernamentales en Singapur e Israel muestran que hay caminos para superar los obstáculos actuales.
En resumen, la industria de la carne cultivada se encuentra en una encrucijada. A pesar de los avances tecnológicos y el apoyo financiero inicial, los retos técnicos, regulatorios y de percepción pública continúan siendo barreras significativas. El futuro de esta industria dependerá de su capacidad para innovar, reducir costos y ganarse la confianza del consumidor y los inversionistas.