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La corta carrera de J.D. Vance como capitalista de riesgo

J.D. Vance, el reciente candidato a vicepresidente elegido por Donald Trump, tuvo una breve carrera en el mundo del capital de riesgo en Silicon Valley. A pesar de su corta estadía en el sector tecnológico, los medios afirman que sus conexiones con influyentes ejecutivos e inversores como Peter Thiel jugaron un papel crucial en su rápido ascenso dentro del Partido Republicano.

Vance, de 39 años, trabajó como abogado corporativo antes de mudarse a Silicon Valley, donde se conectó con Peter Thiel a través de un puesto de dos años en la firma de capital de riesgo Mithril Capital. Posteriormente, se unió a la firma de Steve Case, Revolution, para invertir en startups del Medio Oeste y ayudar a lanzar un nuevo fondo semilla. Después de dos años, dejó Revolution para cofundar la firma Narya Ventures con sede en Cincinnati junto a su ex colega de Mithril, Colin Greenspon.

Durante su paso por el mundo del capital de riesgo, Vance ocupó un único puesto en el directorio de AppHarvest, una startup de agricultura indoor con sede en Kentucky que se hizo pública a través de un SPAC. AppHarvest se declaró en bancarrota, pero ya Vance había dejado la empresa. A pesar de su breve paso por la industria, Vance logró establecer conexiones clave con ejecutivos y donantes adinerados que, algunos medios señalan, impulsaron su carrera política.

Algunos ex colegas elogian sus habilidades, como Crystal McKellar, quien trabajó con Vance en Mithril y lo describió como «uno de los tipos más inteligentes que he conocido». Sin embargo, otros cuestionan el impacto real de Vance en la industria tecnológica, ya que pasó menos de cinco años trabajando en tres firmas diferentes.

A diferencia de Mitt Romney en 2012, cuando Bain Capital acaparó titulares, el paso de Vance por el mundo del VC no será un problema, ya que simplemente no estuvo en el juego el tiempo suficiente.